Las Saturnales, las posadas y la Navidad

Como comentamos en la entrada anterior, la religión católica empezó a convertirse en la creencia dominante en el Imperio romano hacia el siglo IV de nuestra era (d.n.e.); eso no fue fácil; antes, quienes se sumaron a la nueva creencia padecieron persecuciones y debieron esconderse en las catacumbas para practicar sus ritos. Pese a ello, la creencia en que existe un mundo mejor después de la muerte fue atractivo para los esclavos romanos, pero también de manera paulatina fue ganando adeptos entre las clases dominantes.

Así, después de una feroz represión del emperador Diocleciano (284-305), llamada la Gran Persecución que empezó a generar los primeros mártires y santos, el emperador Constantino I (306-337) dejó de perseguir a los cristianos y da libertad de culto al cristianismo, junto a las demás religiones que existían. En el año 380, el emperador Teodosio (379-395) convirtió a la nueva religión en la oficial del Imperio.

En ese contexto, se impulsó la prohibición de las religiones previas, a las que se les llamó paganas; sin embargo, se decidió no todo debía ser abolido; para facilitar la adopción de la nueva creencia, se apropiaron de las fiestas Saturnales, creadas en honor de Saturno, dios de la agricultura y de la cosecha, pero también la celebración del «nacimiento del sol invicto o no conquistado» (Natalis Solis Invicti), que se celebraba cada 25 de diciembre. No fue casualidad que ambas coincidieran con el solsticio de invierno.

Según Klaus Bringmann, las Saturnales eran una mezcla de Navidad y carnaval , que «el cristianismo victorioso de la Antigüedad tardía se la vio y deseó para acabar con la fiesta pagana». Las Saturnales iniciaban el 17 de diciembre, fecha de la consagración del templo de este dios; se celebraban con sacrificios y un banquete público festivo. Al ser muy apreciada por el pueblo, diversos políticos acabaron ampliándola hasta el día 23 de diciembre.

En el año 448, el calendario de Polemio Silvio las denominó «fiesta de los esclavos», característica que fue adquiriendo con el tiempo. Bringmann afirma que, probablemente, en sus principios «las Saturnales fueron las fiestas de la finalización de los trabajos del campo, celebradas tras la conclusión de la siembra de invierno», en espera del inicio de la siguiente cosecha. El lema de las Saturnales, según el poeta Catulo, era «vivir y dejar vivir«, lo que enfatiza su dimensión de carnaval.

Lo característico de las fiestas Saturnales es que se eliminaban las barreras que separaban al esclavo del hombre libre, su amo. El juego de los dados, estrictamente prohibido en fechas normales unía a señores y siervos. Hay una imagen que refleja esta idea: en el calendario de Filocalo (año 336) se muestra una mesa con juego de dados con la inscripción: “Ahora, esclavo doméstico, puedes echar una partidita con tu señor”.

Bringmann afirma que en estas celebraciones el esclavo tenía licencia para decir a su señor verdades incómodas y podía ocurrir que los señores sirvieran a sus propios esclavos. A partir de la suerte de los dados, se elegía al rey de ese enloquecido ajetreo; este autor cita a Luciano, quien hizo decir al dios Saturno lo siguiente:

“Y una vez que los dados te dan la suerte de ser rey, solo en virtud de esa dignidad tienes el derecho a que no se te impongan órdenes ridículas, mientras que tú puedes ordenar a uno que declare algo vergonzoso de sí mismo, a otro que baile desnudo, a un tercero que cargue con la flautista y la lleve en hombros tres veces por toda la casa; todo ello es, sin duda, una prueba de que puedo repartir dones importantes.”

Hay un aspecto en el que las Saturnales se parecen a la Navidad: en las costumbres de encender velas y dar regalos. En parte por influencia griega, en ese tiempo se agradecía con alguna pequeña atención o con un regalo en dinero a los amigos y a todas las personas a quiénes se debía algo por algún servicio prestado. Hasta aquí el relato de Bringmann (el cual forma parte del texto de Uwe Schultz, La fiesta: de las Saturnales a Woodstock, que se puede consultar y descargar en esta otra entrada anterior).

No afirmo que únicamente de las fiestas Saturnales dieron origen a las posadas, pero fue uno de los elementos (junto con el significado del regreso de la luz y el renacimiento del Sol para los pueblos de la Antigüedad en el solsticio de invierno en el hemisferio norte, las fiestas de los aztecas, así como la tradición de recrear el nacimiento de Cristo en la Italia de la Edad Media) que contribuyeron con el paso de los siglos a que las posadas y la Navidad, adquirieran su denotación actual.

PD En lo personal, ganar el derecho de ordenar a alguien más que hiciera lo que uno deseara, me recuerda el viejo juego de la botella que jugué de niño.

Más información en los siguientes artículos:

Qué eran las saturnales, el rito pagano romano al que se atribuye el verdadero origen de la celebración de la Navidad

¿Cómo se evolucionó de las Saturnales romanas a la Navidad cristiana?

Las Saturnales, descubre el verdadero origen de la navidad

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